En nuestra vida diaria, estamos rodeados de imperativos que parecen dictar nuestras acciones y decisiones. Sobre todo cuando convives con parejas y relaciones narcisistas y psicopáticas.
Estos "debes" y "deberías" son principios, normas y expectativas que la sociedad establece y que, a menudo, aceptamos sin cuestionar.
Sin embargo, este cumplimiento ciego de los mandatos sociales puede llevarnos a una verdadera trampa emocional, es decir estado donde la infelicidad y la ansiedad pueden florecer debido a la conformidad forzada.
Te enseño las implicaciones de vivir según estos "debes", la importancia de la flexibilidad y la búsqueda de una vida auténtica.
La naturaleza de los "debes"
Los "debes" son constructos culturales que, si bien pueden ofrecer un sentido de orden y dirección, no siempre reflejan nuestras verdaderas necesidades o deseos.
A menudo, nos encontramos atrapados en un ciclo de comportamiento que se rige más por lo que otros esperan de nosotros que por lo que realmente queremos.
Esta internalización de las expectativas externas puede ser perjudicial, ya que nos limita y nos aleja de nuestra autenticidad.
El condicionamiento social
Desde una edad temprana, somos educados en un conjunto de normas y valores que nos enseñan cómo debemos comportarnos.
Este condicionamiento puede ser beneficioso, proporcionándonos una estructura y un marco para interactuar con los demás.
Sin embargo, cuando se lleva a un extremo, puede convertirse en una forma de neurosis.
El miedo a violar las normas sociales puede llevarnos a experimentar ansiedad, depresión e insatisfacción, ya que sacrificamos nuestras verdaderas aspiraciones en favor de cumplir con expectativas ajenas.
La flexibilidad como virtud
La flexibilidad es una de las virtudes más importantes que podemos cultivar. Nos permite adaptarnos a diferentes situaciones y hacer elecciones que se alineen con nuestras verdaderas intenciones.
La capacidad de cuestionar y desafiar los "debes" que nos han impuesto es esencial para nuestro crecimiento personal.
Esto no significa rechazar todas las normas, sino tener la sabiduría de discernir cuáles son útiles y cuáles son obsoletas o dañinas.
La búsqueda del equilibrio
Es fundamental encontrar un equilibrio entre la obediencia a las normas sociales y la libertad personal.
La estructura proporcionada por las leyes y las tradiciones puede ser valiosa, pero debemos recordar que estas normas no son inamovibles.
En ocasiones, es necesario desafiarlas para crear un camino más auténtico y satisfactorio en la vida.
La crítica a la obediencia ciega
La obediencia ciega a las convenciones sociales puede resultar más destructiva que la transgresión de las leyes mismas.
Cuando nos sentimos obligados a seguir reglas que carecen de sentido, estamos comprometiendo nuestra propia felicidad y bienestar.
Es crucial reevaluar qué normas son verdaderamente significativas y cuáles son simplemente vestigios de un pasado que ya no nos sirve.
La relevancia de la autoevaluación
La autoevaluación es un proceso vital que nos permite identificar los "debes" que nos afectan negativamente. Preguntarnos por qué seguimos ciertas normas puede llevarnos a un mayor autoconocimiento y a una toma de decisiones más consciente.
Como dijo Abraham Lincoln: "Nunca tuve una política que pudiese aplicar siempre. Simplemente trataba de hacer lo que me parecía sensato en el momento preciso".
Esta actitud flexible ante la vida puede ser liberadora, ya que nos permite actuar de acuerdo con nuestros valores y circunstancias actuales, incluso al margen de psicópata, narcisistas y personas tóxicas.
La salud mental y los "debes"
Cuando los "debes" interfieren con nuestro bienestar, es fundamental abordarlos con seriedad. Un "debe" se vuelve perjudicial cuando nos lleva a adoptar comportamientos que son dañinos o poco saludables.
La salud mental se ve comprometida cuando sentimos que estamos obligados a cumplir con expectativas que no resuenan con nuestra realidad personal.
El primer paso hacia la recuperación de nuestra libertad de elección es reconocer cuándo estamos actuando bajo la influencia de estos imperativos externos.
La lucha por la libertad
La lucha por liberarse de los "debes" erróneos es un viaje personal que implica valentía y autocompasión.
A menudo, es necesario enfrentarse a las presiones externas y reevaluar nuestras prioridades.
Al hacerlo, comenzamos a tomar decisiones que reflejan nuestros valores y aspiraciones genuinas, en lugar de las expectativas de los demás.
Conclusión
La exploración de esta creencia errónea revela la importancia de cuestionar las normas sociales y de ser conscientes de los "debes" que rigen nuestras vidas.
La flexibilidad y la autoevaluación son herramientas esenciales para liberarnos de las limitaciones que imponen estas expectativas externas.
En lugar de ser esclavos de las convenciones, podemos esforzarnos por vivir de manera auténtica y en armonía con nuestras verdaderas intenciones.
La vida es demasiado valiosa para vivirla de acuerdo con lo que otros esperan de nosotros.
Es hora de desafiar esos "debes" y reclamar nuestra libertad de elección.